Cuando los niños insultan, se portan mal o vociferan, a menudo están imitando conductas irrespetuosas que son en su mayoría imitadas por otros niños, por adultos o por simple publicidad televisiva. Esto no significa que sus conductas deban ser justificadas. Como padres es bueno establecer reglas claras que enfaticen lo correcto y que a su vez las ejemplifiquemos. Es bueno siempre castigar con respeto, de esta manera siempre tendremos el respeto de ellos. A veces nuestras emociones son incontrolables frente a las actitudes negativas de los niños, pero sin embargo es bueno mantener la calma y no flexibilizar las reglas ya establecidas. Además de los castigos frente a una conducta negativa en particular, siempre es bueno que reconozcamos aquellas acciones positivas que el niño pueda tener en un determinado momento o situación.
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