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viernes, 22 de abril de 2011

Huevocartoon Inédito: Campaña contra el Cigarro

jueves, 21 de abril de 2011

La Televisión y los niños... Aliados nada buenos.



En el mundo, millones de padres y maestros, piensan que el mantener niños entretenidos, frente a la pantalla de un televisor, puede ser bueno y educativo, además de fácil y cómodo. Porque les permite utilizar ese tiempo de cuido, para otras actividades. ¡Error!.. grave error. Naturalmente, cuando los niños se encuentran en edades comprendidas entre 1 año (por no decir 0) y 6 años, adquieren sus aprendizajes por descubrimiento, y aún más por imitación. Lo que me permite afirmar, que es un punto a favor de la televisión. ¿Porqué?.Porque todo lo reflejado por ella (lenguaje, expresión corporal, diálogos, imágenes, entre otros), parecerá para los niños, sano, bueno y muy imitable. Aún no son capaces de discriminar lo bueno de lo malo. Con esto no quiero decir que la televisión no tenga su lado positivo en la balanza, sólo que para esto se necesitan algunos tips:






1.- Estudiar el programa que el niño sintoniza, siendo bastante críticos en algunos aspectos como: lenguaje, personajes, expresiones, imágenes, entre otros. Relacionar los aspectos, con la edad del niño.



2.- Comprobar que de verdad es educativo para el niño. Se recomienda que los padres acompañen en algunas ocasiones a los niños frente a la gran pantalla, para ir indagando en el niño, si comprende o no lo que visualiza, ¿y si lo comprende?, que significa para él.



3.- El tiempo es tan fundamental, por ser el 3er tips, no quiere decir, que sea el menos importante. Se recomienda no sólo tener una rutina acorde al niño, sino también, reducir en lo posible, las horas frente al televisor. Hasta los 9 años, sólo una (1) hora diaria y de 10 en adelante dos (2) horas.


Para algunos puede resultar confuso y bastante difícil discutir este tema, pero lo cierto es, que la televisión puede manejar a su gusto y antojo a todos los niños y adolescentes. Tanto así, que puede llegar a ocasionar déficit intelectuales en los niños, ocasionando algunos problemas, en la evolución cognitiva regular del mismo.